2 août 2007


Al principio sólo era un nombre que podías oír en un chiste de woody allen. (Atención que en Tusquets preparan otro libro suyo de cuentos). Invierno otra vez, hace sólo dos años. En mi ruidoso ordenador, con unos cascos Sony, me miro Smulstrontället casi por prescripción médica, aconsejado por Vicky, del void, ardiendo de fiebre. Cuando acabó la película tuve la sensación de haber estado charlando durante un par de horas con un amigo. Una de esas conversaciones sobre lo divino y lo humano con una inteligencia querida, en la que el cariño y el reconocimiento mutuo hacen que el ejercicio del intelecto funcione como juego y como entrega. Apartarse la muerte de la cara como quien espanta una mosca, a base de preguntas. Gracias, Bergman, por los buenos ratos. Es fantástico encontrar compinches así en la clandestinidad en la que vivimos.

Y por las rubias.

1 commentaire:

MARIU a dit…

veo que este verano has escrito más que yo...aunque bergman ha venido a auxiliarnos a los dos.
por lo menos que alguien te lea cada dos meses es reconfortante...agradecido.y los links, tambien se agradecen...me habia gustado verte este verano...pero aún no tengo demasiadas ganas de salir de aqui...(mi cabeza)...todavia no tengo todas las cosas en su sitio....no se cuales son las que tengo que abandonar...aunque si que se cuales son las cosas que tengo que cuidar...antes no lo sabia, pero tengo un miedo inmenso a estar sola, por fuera...(hasta dentro no puede llegar nadie)os necesito a todos. este invierno estuve sola en casa, mi perra estaba en casa de jose....y cuando llegaba a casa y ella no estaba ...era desolador.
abrazos y besos...espero verte pronto