El mecanismo
general para el desarrollo del self es la reflexión, o la capacidad de
ponernos inconscientemente en el lugar de otros y de actuar como hablarían
ellos, o lo que es lo mismo, la condición del self es la capacidad de
los individuos de salir “fuera de sí”. Dice Mead (Espíritu, persona y sociedad, 1968:184-185) que “sólo asumiendo el
papel de otros somos capaces de volver a nosotros mismos”. Es mediante la
reflexión que el proceso social es interiorizado en la experiencia de los
individuos implicados en él. Por tales medios, que permiten al individuo
adoptar la actitud del otro hacia él, el individuo está conscientemente
capacitado para adaptarse a ese proceso y para modificar la resultante de dicho
proceso en cualquier acto social dado.
Marta RIZO, George Simmel, sociabilidad e interacción:
apuntes
a la ciencia de la comunicación.