22 mai 2007

La pereza

Si yo fuera otro escribiría esto descalzo, en un cuaderno de hojas amarillas, sudando con el bolígrafo resbalando entre los dedos pulgar e índice. Escribiría matando bichos a manotazos cuya sangre se mezclaría con el sudor de mi cogote, deprisa para aprovechar las horas de luz y porque las noches serían hermosas y fragantes, y estarían dedicadas al disfrute del vino y del amor. En el furor del trópico mis palabras, llenas de humedades, no servirían para combatir la sed ni el calor. Las botellas vacías de ron atestiguarían este defecto inevitable de la mala literatura, sin rencores. Me gustaría todavía menos lo que escribo, pero no podría por ello dejar de escribir.

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