1 nov. 2008

[B]

preciosas granadas dentro de mi cabeza,
preferiría críar rosas a cultivar lástima por mí mismo,
pero a veces se me empieza a ver el plumero
y tengo visiones de autocaravanas y
putas que se deslizan dentro de gigantescas grietas volcánicas
justo al sur de Santa Bárbara.

supongo que lo que me hace sentir mejor
son los cuerdos de verdad: el madero de la motocicleta
con uniforme limpio que me pone una multa y
se va sobre dos ruedas como un hombre
al que nunca le hubieran picado los cojones.
o el tipo de la Compañía de Gas del Sur de California
con la dentadura postiza mal ajustada
que llama a mi puerta a las 8.15 de la mañana e
ilumina la habitación con su sonrisa de piraña.

sí,
los auténticos milagros son los miles de diminutos
individuos que saben exactamente lo que se hacen.

antes buscaba inspiración en lugares más
elevados
pero cuanto más se sube
como en el caso de Platón o Dios,
menos sitio hay para
estar.

fíjate algún día. vas en coche por
la calle y hay un tipo colgado
de un gato hidráulico
el sudor le cubre la barriga al aire
tiene los ojos entornados mientras su
cuerpo se retuerce y tiembla
pero se aferra como si fuera una verdad irrefutable, y
sonríes y
metes segunda
miras por el retrovisor y piensas,
sí, yo también soy capaz, y enciendes un
cigarrillo con una mano,
pones la radio con la otra
y dejas que la buena vida siga adelante
sin más.

"A veces hasta meter una moneda en un parquímetro es un placer". Charles Bukowski.

Aucun commentaire: