20 nov. 2009

Regalos de cumpleaños Capítulo 2



El día 3 de Diciembre en Sidecar (una sala de conciertos de Barcelona que está en la Plaza Real, debajo de los turistas, de los polícias y los camellos ful). Josele Santiago y Pablo Novoa. Guitarras como puños como piedras. Afinad las botas, tensad los cueros, id pidiendo unas cervezas. Muac!

11 nov. 2009

Una semana para terminar este armatoste



Sao Paulo no se hizo en siete días... Puede que Brasilia sí, habrá que investigar. Cuento con una pequeña guía que Tina Paterson me ha escrito en una servilleta de papel. -ir revistiendo los nombres, que flotan en la imaginación, de asfalto y hormigón, humo y olor de carne asada.-

9 nov. 2009

Un prólogo (18 Sept. 2009)

Un cuerpo de mujer que echarse a los brazos
la mano del amigo sobre la espalda
la mirada del padre
el reconocimiento del desconocido
la mano de una mujer sobre la espalda
la mirada del amigo
los brazos del padre...

Escribir tan sólo lo que me falta, en cada momento. Elaborar un minucioso recuento de ausencias.

Llueve un poco y los pájaros del patio no ocultan su contento. El único hombre intacto se dispone a comenzar su relato. Comprueba que las llaves de casa están en el bolsillo izquierdo de la chaqueta, se calza una gorra de paño, bien ajustada en el comienzo de la nuca, y se echa a la calle, como quien libera las amarras de su barco para hacerse a la mar.

8 nov. 2009

No son los dones, son LAS CAUSAS (Borges otra vez)

Me he acordado de pronto. Tenkam.

" Los ponientes y las generaciones.
Los días y ninguno fue el primero.
La frescura del agua en la garganta
de Adán. El ordenado Paraíso.
El ojo descifrando la tiniebla.
El amor de los lobos en el alba.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La torre de Babel y la soberbia.
La luna que miraban los caldeos.
Las arenas innúmeras del Ganges.
Chuang-Tzu y la mariposa que lo sueña.
Las manzanas de oro de las islas.
Los pasos del errante laberinto.
El infinito lienzo de Penélope.
El tiempo circular de los estoicos.
La moneda en la boca del que ha muerto.
El peso de la espada en la balanza.
Cada gota de agua en la clepsidra.
Las águilas, los fastos, las legiones.
César en la mañana de Farsalia.
La sombra de las cruces en la tierra.
El ajedrez y el álgebra del persa.
Los rastros de las largas migraciones.
La conquista de reinos por la espada.
La brújula incesante. El mar abierto.
El eco del reloj en la memoria.
El rey ajusticiado por el hacha.
El polvo incalculable que fue ejércitos.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La escrupulosa línea del calígrafo.
El rostro del suicida en el espejo.
El naipe del tahúr. El oro ávido.
Las formas de la nube en el desierto.
Cada arabesco del caleidoscopio.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Se precisaron todas esas cosas
para que nuestras manos se encontraran."

Son los ríos (Borges)

Somos el tiempo. Somos la famosa
parábola de Heráclito el Oscuro.
Somos el agua, no el diamante duro,
la que se pierde, no la que reposa.
Somos el río y somos aquél griego
que se mira en el río. Su reflejo
cambia en el agua del cambiante espejo,
en el cristal que cambia como el fuego.
Somos el vano río prefijado,
rumbo a su mar. La sombra lo ha cercado.
Todo nos dijo adiós, todo se aleja.
La memoria no acuña su moneda.
Y sin embargo hay algo que se queda
y sin embargo hay algo que se queja.

Domingo sin fútbol...

"Cuando baja este humo, muchas cosas aparecen cambiadas. Ha pasado una época. Que no se pregunte ahora qué valían nuestras armas: quedaron clavadas en la garganta del sistema de las mentiras dominantes. Su aire de inocencia no volverá."

"De jóvenes, frecuentamos por un tiempo a un maestro; / por un tiempo quedamos satisfechos de nuestros progresos. / Mirándolo bien, ¿de qué nos sirvió? / Veníamos como del agua, hemos partido como el viento."

En veinte años no se tiene tiempo de vivir verdaderamente más que en un número reducido de casas. Fueron siempre pobres, lo noto, pero de todos modos estaban bien situadas. Siempre se recibía lo que merecía ser recibido; el resto se rechazaba a la puerta. La libertad no tenía muchos domicilios más por entonces.

"¿Dónde están los graciosos galanes / a los que antaño seguí?" Unos están muertos; otro vivió más deprisa todavía, hasta que se cerraron tras él las rejas de la demencia.

Siempre he tenido una sensación muy viva del paso del tiempo; me atraía como a otros les atrae el vacío o el agua. En este sentido, he amado mi época, que ha visto perderse toda seguridad existente y escurrirse todo lo que estaba socialmente ordenado. He aquí unos placeres que no me hubiera dado ni la práctica del arte más grande.



IN GIRUM IMUS NOCTE ET CONSUMIMUR IGNI - GUY DEBORD

it nis y...